Cuando el fuego, el nuevo libro de Santiago Pfleiderer
07/12/2024
“Cuando el fuego es una invitación a caminar la noche -las noches-, a quemarse los pies descalzos en una suerte de fogata de San Juan que es aquello que arde, que extraña, que anhela. Una noche que puede ser cordobesa, pero también de cualquier rincón del mundo; noche que deriva de los placeres del fuego.
La poesía de Santiago nos lleva por senderos rizomáticos que dibujan la ciudad ante los ojos de quien está dispuesto a: transitar la soledad y seguir apostando a ese fuego que es el cuerpo cuando ama y duele, cuando comienza y acaba. Hay en estos senderos puertas y ventanas que le guiñan un ojo al rock, a la literatura beat, a la serranía, y a todo aquello que históricamente ha invitado a la humanidad a pensarse a sí misma.
Tiene este libro paisajes entre la noche y el día; entre el amor y el desamor; entre el sexo y la muerte; lo que llamaríamos la vida misma. Una invitación a mirar con otro lente los días y abrazar lo que somos y esto que hay, para construir cuidadosamente aquello que nos falta. En pocas palabras, un camino que persigue, insistente, al deseo.
Cuando el fuego es, entonces, una invitación a dejarse atravesar por esos caminos que pueden acercarnos a las costas de un mundo inmenso, que pareciera construir lo imposible con el conjuro cotidiano del ser con y para otro”, escribe Renata Camila en la contratapa del libro.
Una chispa preliminar
Casi todo lo que Santiago Pfleiderer nos dice a lo largo del presente libro es sin ambages, expresado con matices de una poética confesional, según los tonos de una voz introspectiva -sin paliativos- que se desplaza sobre los elementos usuales y naturales de la existencia, entre luces y sombras de un mundo vital, sensitivo, vincular e ideológico. Ya en el primer poema el poeta nos cuenta aquello que le pasa ante un grupo de diversas circunstancias del misterioso acto de existir. Nos lo dice, de una, a cara descubierta. Luego comenzará un rico camino de permanente ampliación, un libro constituido a partir de un lenguaje mundanal que respira, toca y huele cada porción de lo cotidiano (allí están: el tabaco, la yerba, la noche, la lluvia, los libros, los discos, las películas, el sexo… el fuego) y de un espacio donde las ritualidades personales dan cuenta de la prevalencia del espíritu.
Adentrados en la lectura podemos encontrar, tanto en la brevedad de un poema como en la articulación de varios de ellos, el repentino fraguar de un acierto, o un hito al desnudo de las formas fundacionales del acto de escribir. Por ejemplo:
“Si pudiera nombrar el punto exacto
donde se quiebra el Universo,
diría tu nombre.”
Allí, como en otros pasajes, se muestra una de las vertientes de la necesidad poética. Y esa vertiente, ese nombre liminal, es siempre el de alguien concreto, que con fuerza catalizadora impera en la construcción de los versos. Sin embargo, no es sólo ese u otro nombre el que habilita el decir, sino también el reiterado y deseado amanecer de la otredad: la posibilidad de una escucha, la hermosa ilusión de la correspondencia. Al compartir su decir, Santiago nos convierte más en cómplices de una vivencia múltiple que en pasivos testigos frente a un mero desfile de belleza.
Cuando el fuego es un libro donde los poemas nunca se rebajan al reproche, ni se dejan atrapar por el goce mórbido de las heridas. Esto es así porque tenemos ante nosotros a un poeta parapetado en la poesía, armado de corazón, consciente de la intensidad existencial, que está dispuesto a dar batalla ante los fantasmas del quebranto, la soledad, el olvido y lo perdido.
Santiago, además, sabiendo y sintiendo que en todo concierto del alma siempre hay mucho más para decir, para intentar la utopía de la completud, nos brinda algo extra, eso que continúa más allá de un primer camino, de las formas explícitas o veladas de los versos. Así, la prosa irrumpe sobre territorios bien definidos: el cuerpo, el barrio, la memoria, las sierras, el llano y la ciudad de Córdoba. Todo en un “bonus track” que no omite, ni por descuido, el singular ingrediente literario de un autor consolidado en lo identitario.
Por todo lo dicho invito a leer Cuando el fuego, bajo la luz poética de nuestro propio fuego. Y propongo que festejemos a espíritu abierto, con gratitud, la humana oportunidad que nos brinda este inequívoco manifiesto a favor del amor”, escribe Ricardo Gutiérrez en el prólogo.
El Autor:
Santiago Pfleiderer nació en agosto de 1984 en la ciudad de Córdoba. Estudió Letras Modernas y Comunicación Social en la UNC. Desde el año 2007 ha trabajado y colaborado en programas de radio y en diferentes medios gráficos como periodista cultural. Publicó los libros Rapsodia Bohemia (novela, editorial Antiplán, Córdoba, 2012), y Poemas de Látex (Ediciones de Autor, Córdoba, 2014). Su escritura está atravesada por la música, los paisajes, las diversas experiencias cotidianas y el acercamiento a las artes marciales. Participa en varias antologías literarias y en publicaciones periodísticas.